La instalación de paneles solares para la casa se ha convertido en una de las alternativas más utilizadas por millones de hogares que buscan una mayor independencia energética, de manera que es importante aprender todos los detalles acerca de este tipo de tecnologías, además de valorar cuál de ellas es más interesante en función de nuestras necesidades para instalar paneles solares para la casa que cumplan con todas nuestras necesidades.

 

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¿Qué son los Paneles Solares para la casa?

Seguramente estarás aquí porque te estás planteando instalar paneles solares para la casa, pero es posible que todavía no tengas suficientemente claro todo lo que puedes hacer y las distintas opciones que existen.

Nuestro objetivo es explicar de forma clara las diferentes alternativas que tienes a tu disposición para poder sacar partido a la energía solar, y en este sentido podemos diferenciar entre dos grandes grupos que son la energía fotovoltaica y la energía térmica.

Pasamos a explicar cada una de ellas por separado.

 

paneles solares para la casa

 

 

Tipos de instalación fotovoltaica para el hogar

Comenzamos con la energía fotovoltaica, que es una tecnología a través de la cual vamos a aprovechar la radiación del sol para convertirla en energía eléctrica para utilizar en casa.

Esto se hace mediante equipos fotovoltaicos que están compuestos principalmente por paneles solares para la casa y un inversor, aunque también se puede añadir un grupo de baterías para almacenar energía eléctrica y seguir disponiendo de ella en aquellos momentos en los que los paneles han dejado de producir o producen menos energía de la que necesitamos consumir.

Cuando realizamos una instalación fotovoltaica, principalmente podemos optar por dos alternativas que son la instalación conectada a la red eléctrica o la instalación aislada, de las cuales hablamos a continuación:

 

Instalación conectada a la red

Una instalación conectada a la red es aquella en la que procedemos a instalar paneles solares para la casa y un inversor para generar nuestra propia electricidad, mientras que en los momentos en los que no produzcamos lo suficiente, absorberemos la energía que necesitamos de la red.

Esto significa que no es necesario instalar baterías, ya que la propia red actúa a modo de batería, pero al no desconectarnos por completo de la red, tendremos que seguir pagando una factura mensual, la cual será mucho más baja puesto que la mayor parte de energía que consumamos a lo largo del día la vamos a obtener directamente desde los paneles.

Hay que destacar que este tipo de instalación tan sólo se puede realizar en los lugares donde llega la red eléctrica nacional.

  • Instalación conectada sin baterías: es el tipo de instalación conectada a la red más habitual, ya que las baterías son uno de los elementos más caros de la instalación fotovoltaica, a la vez que también se deterioran con mayor rapidez. En este caso consumiremos energía directamente desde los paneles solares para la casa, y cuando ésta no sea suficiente, el diferencial restante lo absorberemos de la red eléctrica.
  • Instalación conectada con baterías: en este caso, además del inversor también hace falta instalar un regulador de carga para las baterías, y básicamente lo que hacemos es almacenar la energía que producimos con los paneles y que no consumimos a lo largo del día para utilizar posteriormente. En este caso, en primer lugar vamos a consumir la energía de los paneles, y si esta no es suficiente pasaremos a consumir energía de las baterías, y una vez que las baterías reduzcan su carga, entonces pasaremos a consumir electricidad de la red eléctrica.

 

Instalación aislada

Se trata de una instalación que se desconecta por completo de la red eléctrica.

Generalmente se opta por esta alternativa en lugares remotos donde no llega la red eléctrica, también son muchas las familias que se quedan independizar por completo a nivel energético evitando las facturas mensuales, en cuyo caso esta es la opción más indicada.

En este caso el funcionamiento es similar al anterior, pero al no estar conectados a la red, siempre deberemos incorporar baterías para almacenar la suficiente energía que nos permita disponer de electricidad en los momentos en los que no hay producción o ésta es inferior a la demanda.

Lo más habitual es instalar también un generador eléctrico de apoyo, el cual tan sólo se utilizará en el caso de que la producción de los paneles y la energía acumulada en la batería no sean suficientes, pero si se trata de una instalación bien dimensionada y con una acumulación suficiente, es muy raro que sea necesario recurrir a él.

 

Tipos de instalación térmica para el hogar

La energía solar también la podemos aprovechar mediante una instalación térmica, otro tipo de paneles solares para la casa que, en este caso, lo que va a hacer es calentar agua en lugar de producir electricidad como ocurría con la energía fotovoltaica.

El calentamiento del agua nos puede servir para diferentes usos como son la producción de agua caliente sanitaria (ACS), calefacción, suelo radiante y climatización de piscinas.

Para ello tenemos cuatro tecnologías más utilizadas que son las siguientes:

  • Captador plano: es un panel con forma rectangular muy similar al fotovoltaico, por cuyo interior pasa una instalación que contiene un fluido caloportador. Este fluido absorberá el calor cuando pase por el captador, y lo trasladará al agua cuando llegue al acumulador.
  • Tubo de alto vacío: su funcionamiento es prácticamente el mismo que en el caso del captador plano, pero en este caso, el circuito interior está en el exterior, conformado por unos tubos transparentes. Gracias a ello se aumenta la superficie de captación en un espacio más ajustado, pudiendo obtener un mayor rendimiento.
  • Polipropileno: se trata de tubos de alto vacío recubiertos por polipropileno, un material que ayuda no sólo a protegerlos, sino también a captar mejor el calor de la radiación solar. Estas instalaciones suelen ser más grandes que las anteriores, por lo que se recomienda sobre todo para la climatización de piscinas o similares.
  • Termodinámica: permite calentar el agua comprimiendo un gas que será el encargado de trasladar el calor desde el panel solar hasta el acumulador.

 

 

Conclusión

La instalación de paneles solares para la casa es una excelente opción para ahorrar en facturas de energía y contribuir al medio ambiente. Además, los paneles solares modernos son duraderos, eficientes y fáciles de mantener.