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¿Qué es la energía solar fotovoltaica?
La energía solar fotovoltaica es una gran alternativa dentro de las energías renovables y no contaminantes, que aprovecha la radiación proveniente del sol para transformarla en electricidad mediante el efecto fotoeléctrico.
Así, con el efecto fotoeléctrico se emiten electrones a través de un material que es iluminado con algún tipo de radiación electromagnética, como la radiación solar.
En un principio, la energía solar fotovoltaica se utilizó para dar electricidad a los satélites. Sin embargo, su desarrollo se aceleró enormemente en los años 50, junto a los paneles fotovoltaicos y, gracias a ello, ahora su posibilidad de uso es prácticamente infinita: desde los usos más simples, en relojes y baterías solares, hasta aplicaciones más complejas, como centrales de electricidad de gran tamaño.
Si quieres descubrir todo sobre la energía fotovoltaica, al igual que otros tipos de energía limpia como la aerotermia, continúa leyendo.
Instalaciones
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Tipos de Sistemas Fotovoltaicos: Sistemas Aislados y Sistemas Conectados
Los sistemas fotovoltaicos son energías renovables que convierten la radiación proveniente del sol en energía a través de una serie de cristales que componen los paneles solares. Tales cristales están hechos con materiales semiconductores, generalmente a base de silicio cristalino o de arseniuro de galio.
Cuando los paneles reciben la luz solar se crea un campo eléctrico que, posteriormente, se reconduce mediante transmisores y cables, llevando la energía a baterías, dispositivos de almacenamiento, o incluso a la red eléctrica, dependiendo el sistema fotovoltaico del que se trate.
SISTEMAS AISALDOS
El sistema fotovoltaico aislado capta la radiación solar a través de sus placas. Pero, además, cuenta con baterías en las que almacena la energía generada, para poder usarla en los momentos en que no hay luz solar, por las noches o en días nublados, siempre que el inmueble reciba suficiente radiación del Sol.
De tal manera, estas energías renovables son una gran alternativa en zonas remotas o sin cobertura de la red eléctrica ya que tienen la ventaja de funcionar de forma independiente y frente a apagones. Este beneficio las convierte en una excelente inversión a mediano y largo plazo; pero es importante ofrecer un mantenimiento a la instalación y considerar el tiempo de vida de las baterías, que puede llegar a durar durante décadas.
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SISTEMAS CONECTADOS
Los sistemas fotovoltaicos conectados funcionan en paralelo con la red eléctrica. Se encuentran dentro de las energías renovables, junto a la aerotermia, con mayor atención y relevancia por la gran utilidad que pueden tener en las ciudades. El sistema conectado está conformado por un generador fotovoltaico, conectado a la red eléctrica a través de un inversor. Así, se crea un intercambio de energía entre el sistema fotovoltaico y la red eléctrica; el sistema le da energía a la red cuando sobrepasa el consumo local y del mismo modo, obtiene energía de ella cuando hay excedentes.
Por ende, una de las ventajas más importantes de los sistemas conectados es que son energías renovables que mejoran el servicio de energía que proporciona la propia red.
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La superficie disponible, el tipo de edificio y el ángulo del tejado o de la superfície son factores importantes a la hora de hacer una correcta instalación de energía fotovoltaica.
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Aplicaciones de la energía solar fotovoltaica
Generalmente, se relacionan las energías renovables con aplicaciones relativas a menesteres de los hogares. Pero, en realidad, la energía fotovoltaica es inagotable y puede aprovecharse en un sinfín de formas, tanto en casa como en las industrias y empresas.
Además, la energía fotovoltaica también puede utilizarse en sectores como la agricultura, transporte, alumbrado público y hasta en el sector textil. ¡Te sorprenderás al descubrir todas las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica!
Hogar
Empresa
Medioambiente
Aplicaciones en el hogar
Las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica para viviendas son ideales, ya que reducen drásticamente la dependencia a la red eléctrica y son una gran fuente de ahorro; al igual que ocurre con tecnología como las instalaciones de aerotermia.
Para aprovechar la energía solar en el hogar es importante considerar la inclinación y ubicación de las placas solares, así como la cantidad de módulos que se habrán de instalar, pues de esto depende el abastecimiento de energía final.
Colocar placas solares en casa abre un mundo de posibilidades, incluyendo iluminación y electrodomésticos, además de calefacción y tener agua caliente en diversos espacios.
1. Agua caliente y calefacción
La radiación captada a través de las placas solares de las energías renovables es suficiente para calentar el agua de uso común en toda la casa, así como para la calefacción.
¡Puedes ahorrar mucho dinero en tu red eléctrica y también en gas!
Claro, parece magia pero es pura física: la radiación solar lleva calor a los conductores de las placas y este se transfiere directamente al agua depositada en un acumulador.
De la misma forma, se obtiene agua caliente para la calefacción. Con la energía fotovoltaica se consigue ahorrar hasta un 70%. Y, por si fuera poco, también se puede calentar el agua de espacios recreativos del hogar, como una piscina, la tina o el jacuzzi, utilizando un colector solar.
Para potenciar el ahorro final de energía es posible utilizar sistemas de aerotermia; con ella puedes conseguir calefacción en invierno, refrescarse en el verano y agua caliente durante todo el año.
2. Para electrodomésticos
Seguramente amas ver televisión en tu sofá, o salir en coche a pasear; pues la energía fotovoltaica te permite hacer esto y mucho más mientras ahorras en tu consumo final de energía. También podrás usar tu lavadora, la plancha para ropa, cargar tus móviles y demás dispositivos tecnológicos, y hasta cocinar, ¡todo mediante la radiación del sol captada por energías renovables!
Aplicaciones en las empresas
La energía fotovoltaica permite ahorrar e incrementar la productividad de empresas de distintos sectores, desde la agricultura hasta las telecomunicaciones, o la fabricación textil.
Agricultura
En la agricultura la energía fotovoltaica es capaz de triplicar la producción final en determinadas clases de cultivo, reduciendo la cantidad de luz solar directa que se requiere en los plantíos; además de ser útil para bombear agua.
Industria Alimentaria
La industria alimentaria es una de las áreas más beneficiadas por energías renovables como la energía fotovoltaica. Además de poder suministrar energía no contaminante a las instalaciones, es posible utilizar la radiación del sol para deshidratar alimentos y, con este proceso, ahorrar hasta más del 60% de energía y gas.
Grandes Superfícies
¿Sabías que el 50% de energía eléctrica gastada en un supermercado o centro comercial corresponde a la iluminación? Esta cifra es alarmante y la buena noticia es que la energía fotovoltaica, al igual que la aerotermia, puede utilizarse para la iluminación, aire acondicionado, bombas de agua, sistemas de refrigeración y hasta motores.
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Beneficios Medioambientales
El desarrollo sostenible es toda una realidad utilizando energías renovables. Los sistemas fotovoltaicos generan electricidad inagotable y, lo mejor de todo, no contaminan y ayudan a contrarrestar el daño provocado a la naturaleza y al planeta en general.
Algunos de los beneficios de la energía solar fotovoltaica son:
1. Reducción de emisiones
La energía fotovoltaica, y la aerotermia, no emiten sustancias tóxicas u otras clases de contaminantes al medio ambiente. Por el contrario, ayudan a crear un mundo sostenible y a contrarrestar todo el daño hecho al planeta.
Por cada hogar abastecido con energía solar, se evitan 20 mil toneladas de perjudiciales gases invernadero.
2. Protección de ecosistemas
Por años, la generación de energía tradicional, con elementos no renovables como el gas, el carbón, el petróleo o energía nuclear, han acidificado los ecosistemas, contaminado el agua y acabado con la biodiversidad.
Si más personas usan energías renovables, se necesitarán cada vez menos refinerías o plantas nucleares; no se talan más árboles y tampoco se extraerán combustibles fósiles.
3. Más reciclaje
Los paneles solares están hechos con materiales reciclables, hasta en un 90%, por lo que pueden ser procesados y reutilizados. Siendo esta una de las mayores pruebas de que se trata de energía amigable con el ambiente, de principio a fin.
La energía fotovoltaica es la mejor manera de hacer un cambio, cuidando el medio ambiente, y de ahorrar en cada facturación de electricidad.